jueves, 3 de junio de 2021

El Fantasma de la Ópera, Gastón Leroux.

"La música posee una virtud que hace que no exista nada en el mundo exterior fuera de esos sonidos que invaden el corazón."

- Gastón Leroux, El Fantasma de la Ópera.


 

Querido lector:

La vida siempre da vueltas muy curiosas, y este libro me ha llevado a rayar en la obsesión con sus personajes -sobre todo Erik- y los lugares en los que se desarrollan tan maravillosas hechos. Esto probablemente se deba a la primera línea del libro: El fantasma de la ópera existió, y me niego rotundamente a creer que es sólo un personaje de ficción escrito por un francés chiflado, y muchas personas piensas igual que yo -por eso es que no me siento tan loca-. Y si el fantasma de la ópera existió, entonces también existió Christine Daaé y el vizconde Raoul de Chagny. Y si ellos tres existieron entonces la probabilidad de vivir una historia semejante es real, aunque poco factible ya que no me encuentro en París durante los mismos años que ellos.

Esto no me impide amarlos a la distancia de un futuro lejano y, al igual que muchos otros, tomarlos como inspiración para crear nuevas y misteriosas historias. Gastón Leroux nos dejó un libro que traspasa fronteras y siglos, y que muy seguramente seguirá siendo leída aún después de nuestras muertes, y también seguirá siendo adaptada para que las nuevas generaciones sean gustosas de apreciarla en otros formatos. La historia es tan vieja como el mundo ya que el amor es su principal personaje y este ha estado aquí más tiempo del que pudiéramos imaginar, pero el amor siempre viene de maneras muy distintas: trágico, correspondido, interrumpido, personal, etc. Intentar encasillar al amor en una sola definición de expresión seria la cosa más tonta, pues nadie ama igual. Y así como nadie ama igual, todos hacemos cosas diferentes por amor, en el caso del vizconde Raoul de Chagny fue ofrecerle su vida y todo lo que poseía a Christine, en el caso de Erik fue raptarla.

Supongo que ya estarás acostumbrado a mí manera de relatarte las cosas que considero importantes en la historia, esto no será la excepción. Te tengo tres partes importantes, o tres personas importantes más bien, que hacen que la historia tome forma y sea tan adorada por todos.

Erik


Erik es el protagonista de esta historia, aunque es más llamado como el Fantasma que por su nombre real, no sabemos a ciencia cierta cómo es que él llegó a las profundidades de la Ópera Garnier, aunque existen varios libros publicados con su versión de las vida de Erik antes de atemorizar a las bailarinas de la ballet. Lo que si sabemos de Erik es que, a mi consideración, es la prueba viviente de que la sociedad puede convertir en un monstruo a un niño que sólo buscaba la aceptación de la sociedad, y que al no encontrarla entonces se convertiría en una pesadilla para aquellos que le juzgaron por su apariencia.

El aspecto de Erik varía dependiendo de la adaptación, pero todos coinciden en que usa una máscara del lado derecho del rostro para ocultar su fealdad -deformidad por nacimiento- y que a pesar de ser feo, como si eso fuera un impedimento, es un genio en todos los sentidos de la vida. Es ventrílocuo, cantante, autor, compositor, arquitecto, asesino y director de teatro, no en ese orden de importancia. Pero es, sin duda, uno de los personajes más completos que he tenido la oportunidad de leer, y quién a pesar de todos los malos ratos sufridos en su vida aún conserva un atisbo de bondad (SPOILER ALERT) como nos muestra al final de la historia cuando deja ir a la Daaé.

Para mí es bastante complicado clasificar a Erik en una categoría de personaje literario, ya que es protagonista, amante, héroe y villano, todo al mismo tiempo y dependiendo del enfoque que el lector le vaya dando a la historia conforme avanza en ella. Pero si pudiera resumirlo en pocas palabras (además de mi personaje masculino favorito) lo describiría como un hombre triste y solitario que quiere un poco de amor. Claro que para la Daaé es su ángel de la música, y para el Vizconde de Chagny no es más que un monstruo con sed de sangre. Pero, hay algo en él, que aparte de darnos una historia de amor trágica nos hace sentirnos en sus zapatos y lloramos con él, lloramos por él, y quisiéramos entrar al libro para pelear contra aquellos que lo tienen por un monstruo.

Christine


A ti te odio. Eso es lo más cariñoso que puedo decirle a la Daaé, ¿recuerdas como Marius era un inútil que sólo servía para suspirar por el amor de Cossette? Pues Christine le dice quítate que ahí te voy. 

Christine es la hija huérfana de un aclamado violinista sueco, que pasa a vivir en el ballet de la ópera después de la muerte de su padre, en dónde se entrena para formar parte del cuerpo de bailarinas y luego comienza a entrenar su voz gracias al ángel de la música que ha enviado su padre desde el cielo para cuidarla y enseñarle a cantar. Este misterioso ángel no es más que la voz de Erik a través de las paredes de los camerinos de la ópera. ¿Pero entonces por qué tanto alboroto?

El punto de partida de la historia se lo debemos a la Daaé, quien al suplir a la prima donna de Carlota hace que su antiguo amor de la niñez (Raoul) se vuelva a fijar en ella y se interponga entre ella y su ángel de la música, que es un ángel muy celoso por cierto. Es aquí que comienza el triángulo amoroso, probablemente, más famoso de la historia. Christine Daaé sin saber muy bien por cuál hombre son sus sentimientos más fuertes hace lo que que toda chica haría, sale con los dos. . . O bueno, sale con Raoul, por que #LOVE-FROM-CHILDHOOD pero es secuestrada por el celoso de Erik. 

Sé que los libros escritos por hombres tienden a describir a los personajes femeninos como los ven ellos, una linda muchachita que no puede decidir de quién esta enamorada. Y yo creo que es la razón principal por la que no puedo empatizar con Christine. Pero, poniendo de lado mis sentimientos poco afectuosos hacia ella, debo reconocerle todos sus actos de generosidad con Erik.

Raoul


Honestamente de Raoul nunca he sabido con claridad que pensar más que él y Erik harían una mejor pareja. La importancia de este personaje cae en ser el rival del ángel de la música por el amor de la Daaé, y obligarla a actuar en Don Juan Triunfante, escrita por Erik, para usarla como carnada y así poder atrapar al fantasma y ser el héroe.

Aunque sé que Raoul es un personaje muy noble y honesto, a veces suelo pensar que es más un imbécil que cualquier otra cosa. Pero sin él no habría tan épica escena de batalla con espadas en un cementerio, así que se lo perdonamos.

La historia no cuenta además un poco sobre Madame Giry y su hija Meg, quienes sabían de la existencia del Fantasma y eran las únicas que no cuestionaban sus extravagantes exigencias. Tenemos además al Persa, que es uno de mis personajes favoritos, y qué es quien cuenta a Leroux (sí, el autor) los sucesos ocurridos en el quinto sótano con Erik y la Daaé, además de un poco del background de la vida de Erik y de porque es cómo es (Sólo quería amor, maldita sea.). Este libro nos ofrece mis cosas favoritas en el mundo, música, teatro, romance y muestres estrafalarias, además del suspenso de no saber cuáles serán las siguientes jugadas del Fantasma.

Pero te toca a ti, querido lector, juzgar por ti mismos si es Erik el héroe o el villano de esta historia; si Christine simplemente es incomprendida o se le van las cabras; y si Raoul debió abandonar a Christine y quedarse con Erik.

Hasta la próxima.

- Hestia



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